No recuerdo exactamente el año, pero habrá sido alrededor de 1991
cuando unos amigos de la preparatoria (Luis Javier García, Rodrigo y Ernesto Priego) comenzaron a publicar HEMOFILIA, fanzine de
comics cuyo tema principal era el terror, y así, con una modesta pretensión, ésta publicación se convirtió no sólo el primer fanzine de comics de
terror en México, sino que dicha publicación fungió como reservorio
de algunos de los talentos y personalidades que han tenido una participación
importante en la historia del cómic en el país. Después de haber estado guardados por casi tres décadas,
recientemente me di a la tarea de leer los cinco números que se llegaron a
publicar y debo decir que, a pesar de haber leído comics extremos a lo largo de mi vida, al mirar de nuevo dichas publicaciones he quedado sorprendido de los temas que se llegaron a abordar.
En la época actual, donde las redes sociales a cada minuto
nos recuerdan cruelmente lo políticamente correcto, ésta publicación no sólo sería
atacada, juzgada y posiblemente censurada, sino que los autores seguramente
recibirían ofensas o amenazas por parte de alguna que otra conciencia tradicional. Los temas que se abordaban iban
desde el satanismo, el gore y el terror sobrenatural situandolos en escenarios reales, bélicos o de fantasía,
sin embargo, además de los los clásicos muertos vivientes y demonios, en los
cómics se aborda de manera explicita el asesinato (sin importar el género o la
edad; por ejemplo los homicidios, feminicidios, matricidios, gerontocidios y
asesinatos a policías), el asesinato y maltrato animal, el bullying y el abuso
infantil así como las violaciones y el suicidio.
Además, de manera sutil pero implícita,
se abordan temas como el canibalismo, las drogas, la pornografía, la
zoofilia y
el abuso infantil, y no es que éstos temas no se hayan tocado a lo
largo de
la historia en diferentes medios de expresión, pero tiene su mérito e
importancia el haberse publicado en aquellos años y por supuesto de una
manera
trasgresora pero al mismo tiempo ingenua, por decirlo de alguna forma.
En el fanzine HEMOFILIA los comics se intercalan con breves
ensayos acerca de asesinos seriales así como de cultura popular (música,
cine y
por supuesto, comics), textos que eran acompañados además con
ilustraciones alusivas
al terror, evidenciandose con ésto que los responsables del fanzine a pesar de
su corta
edad (contando con 15 o 16 años al comenzar a
editar
el fanzine y por cual fueron conocidos como los niños terribles
del gore) tenían un verdadero interés por la lectura y el análisis de
la
información, así como un auténtico afán, no solo de conocer y descubrir,
sino
de mostrar todo aquello que el buen gusto trata siempre de esconder debajo del tapete.
*Nota: Por respeto a los autores, las imágenes que acompañan
el presente post no son de los interiores de los
fanzines sino son dibujos que amablemente ellos me dedicaron en aquella epoca